La princesa de seis años le dibujó una cara a un cucurucho
de hada y dijo:
_ ¿Quieres ser mi amigo, cucurucho larguirucho?
_ Sí_ contestó el larguirucho sombrero.
La princesa ya tenía con quien hablar, así que le dijo al
cucurucho:
_ Dicen que las princesas se entretienen con los asuntos
de palacio, pero yo prefiero jugar.
Cucurucho, ¿quieres acompañarme?
Sin esperar la respuesta, la pequeña dio un salto, agarró
al cucurucho y comenzó a correr por los largos pasillos del palacio.
Llegaron a la sala de la reina. Allí, la princesa cogió
dos jarrones, se puso uno en la cabeza y le colocó el otro al cucurucho.
Entonces dijo:
_ ¡Somos buzos! ¡Vamos al mar!
Y lucharon con pulpos gigantes en el fondo del mar.
Pero de pronto.... ¡la reina! Llega la reina!
_ ¡Qué alboroto! ¡Qué princesa tan alocada!
¡Todo el día jugando, sin hacer nada de nada!_ dijo la
reina.
La pequeña princesa cogió de nuevo a su amigo el cucurucho
y se fue volando a la sala del rey. Detrás de una cortina encontró una vieja
caja. La abrió y....
¡Qué sorpresa! ¡Son cromos de fútbol!
La princesa y el cucurucho se convirtieron en
jugadores de fútbol y echaron un partido con los cromos.
Pero, de pronto.... ¡el rey! ¡Llega el rey!
¡Qué princesa tan alocada! _ dijo el rey.
¿ A caso no sabes
que los cromos de futbolistas son cosas de deportistas?
_ ¿Tú qué opinas de todo esto, cucurucho? _
preguntó la niña_. ¿Soy una princesa alocada?
Y el cucurucho respondió:
_ ¿Tú, una princesa alocada? _ Aunque nadie se dé cuenta,
yo sé quién eres... ¡un hada!
Inma Alguacil
Técnica: E1 y E12
Técnica: E1 y E12
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